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Iku Dekune

Quienes somos cultores de la ilustración elaborada, si se quiere preciosista, encontramos grandes exponentes en Japón. Soy de los que creen que hoy en día la ilustración tiene la posibilidad de otorgar los placeres visuales que antiguamente brindaba la pintura, desde el periodo Gótico, pasando por el Renacimiento y llegando a las Vanguardias. Éste es un buen ejemplo de ello.
   Cuando veo trabajos como los de esta artista, me dejo seducir por la técnica, pero luego ingreso en su propuesta conceptual.
  En Iku Dekune noto una formación sólida en Bellas Artes, propia de los ilustradores de esa región del mundo, que luego aplica estéticamente a la ficción infantil de manera efectiva y lúcida. Es interesante observar cómo ella utiliza un sistema de iluminación ya desarrollado por artistas como Max Ernst, De Chírico o Chagall, en donde lo determinante no es la proyección lógica de sombras, sino el contraste de planos. Esto permite que un planteo gráfico bidimensional adquiera volumen.
  Siempre me llamó la atención que los personajes en ilustradores de Japón, República Checa u otros países del este europeo están emparentados con la estética de las marionetas, el teatro Noh y el Kabuki, en el caso de Japón. En estos espacios los puntos de vista son frontales y de carácter escenográfico.
   En cuanto a planteo imaginativo, Iku Dekune sorprende por su universo complejo, con un manejo zoomorfo atractivo al niño y a su capacidad decodificadora de la "realidad" del cuento de fantasía.

   Lamentablemente no hay un sitio web en donde se puedan ver sus trabajos. El vínculo que realicé fue el resultado de una búsqueda virtual. Espero que disfruten de su magia.




Cecilia Afonso Esteves

En 2010, cuando visité la feria de Bolonia, caminaba por los interminables pasillos junto a Mariana Ruíz Johnson. A lo lejos, vimos venir a Cecilia, agotada luego de ver a sus editores. Creo que, como era mi caso, asistía por primera vez a la feria. Imaginé que era para ella el comienzo de una seguidilla de publicaciones en Europa, pues su trabajo lo consideraba de una delicadeza tan especial que pocos editores podrían dejarla pasar como si nada. 
    Días antes había aceptado visitar mi clase, y en esa ocasión desplegó su enorme timidez y renuencia a la adulación. Todos estábamos encantados de ver sus originales, pero tuvimos que bajar el volumen de nuestros halagos, pues vimos que esto la ponía muy incómoda. Su trabajo es suave, sencillo, de tono bajo y de un silencio tal que obliga a agudizar los sentidos para percibir los pequeños detalles con que enriquece sus composiciones.
    Como anécdota graciosa puedo contar que Cecilia decía llorar varios días luego de recibir las impresiones de sus libros. Esto encaja perfectamente con su nivel de exigencia. Efectivamente, al ver en persona las ilustraciones al lado de los libros, uno se puede dar cuenta de que todavía las técnicas de impresión no están preparadas para reproducir las sutilezas de una artista como ella.


Poly Bernatene

A Poly lo conocí en 1998, en una reunión del Foro de ilustradores. Ya para esa época tenía varios libros publicados en Argentina y recién empezaba a mostrar su trabajo en el extranjero. Habíamos hecho una exposición en la Feria del Libro y su ilustración me atrajo por la elaboración y nivel profesional. Cuando hablé con él me sorprendió su manera de ser, amable y cordial. Le mostré mis trabajos, y aunque eran los de un novato con todo por aprender, me motivó a seguir y me llenó de consejos prácticos que aún hoy me son útiles. A los pocos días me llamó para preguntarme si podría encarar un pequeño proyecto, que él no podía aceptar por que estaba muy ocupado. A partir de ese momento publiqué varios libros gracias a que él solía recomendarme ante los editores. Eso se lo agradezco.
    Poly es uno de los ilustradores más profesionales que he conocido y considero que una de sus grandes virtudes es la de llegar con intensidad al corazón de los niños, al final el público que más nos debería interesar a quienes hacemos libros infantiles, y del que muchas veces nos olvidamos.

    Hace poco me comentó que ganó un premio en Inglaterra, país en donde ha publicado la mayoría de sus mágicos libros. Estaba muy contento pues fue elegido por sobre varios ilustradores de renombre internacional. Lo notable de ese premio es que el jurado lo conformaron un grupo de niños. No me extrañó para nada. Creo que Poly es el verdadero ídolo de los pequeños, y de muchos adultos que todavía vemos los libros con ojos de infancia.





Mis Maestros:


Juan Bobillo
Oscar Rojas






Marcelo Sosa
















Compañeros de ruta:




Vanina Starkoff




Mariana Ruiz Johnson
Sabina Alvarez Schurmann

Rocío Alejandro
Mariano Díaz Prieto 
Anabella López

Gabriela Burin
Guadalupe Belgrano
Manuel Purdía
Marco Baldi
Teté Cirigliano







Jimena Tello